Zaragoza, 6 de enero de 2021.

                                           Epifanía del Señor. Adoración de los Reyes Magos.

Estimados asociados:

Esperanza. Esta es la palabra que recoge el sentir que podemos tener en este comienzo de 2021 a consecuencia del comienzo de la vacunación contra el COVID 19. Si todo transcurre de manera razonable, y aun considerando los numerosos problemas de logística que representa la distribución y puesta de la vacuna actual, así como de las que van a aprobarse y distribuirse en un próximo futuro, y se evitan y corrigen los retrasos que se están produciendo ahora, todos veremos, a través de dicha virtud, el futuro mediato, comenzando a abandonar así la época  de pesadilla y tinieblas que hemos pasado a lo largo de casi todo el año 2020.

Pero dicha situación tiene todavía un camino extenso en el cual todos habremos de seguir extremando las medidas de precaución que puedan conducirnos a la obtención de una pretendida inmunidad de grupo (me parece inadecuado llamarla “de rebaño”), lo cual parece ser que estaría próxima a conseguirse, según las previsiones, en el próximo verano.

De que ello sea o no sea así dependerán tantas previsiones, trabajos, ilusiones y deseos que han quedado soterrados durante tanos meses. Por ello, ahora, la esperanza es la que debe guiar nuestra situación, lo que conllevará el exacerbar nuestro cuidado y responsabilidad.

En la medida en que ello se vaya produciendo, iremos intentando recuperar nuestra actividad asociativa, procurando que todo, o casi todo, vuelva a ser como lo era a comienzo del año pasado.

La actividad que tenemos en este momento es la de entrega de la revista número 389, correspondiente al mes de diciembre de 2020, que alguno de vosotros ya la tenéis, pues habéis pasado por la oficina para recogerla. De acuerdo con la fase sanitaria vamos a hacer un reparto siguiendo las directrices que ya hicimos con la revista anterior, que se realizó a partir de mediados del mes de septiembre, de nuevo de acuerdo con un orden cronológico por apellidos, que se remitió con fecha 29 de diciembre pasado y que comenzará a partir del lunes, 11 de enero de 2021.

Me gustaría hacer una pequeña referencia a la festividad de la fecha de la carta, tan entrañable para todos, tengamos la edad que sea. Santa Elena (Elena de Constantinopla, emperatriz romana), madre del emperador Constantino I, peregrinó a Tierra Santa en busca de reliquias en relación con Jesucristo y, hacia el año 300, localizó en Saba el mausoleo de los Reyes Magos, enterrados todos juntos, y ordenó su traslado a Constantinopla. Situados allí, el emperador Constancio II, hijo de Constantino I, los entregó a San Eustorgio, Obispo de Milán, que había acudido al emperador romano para que ratificase su nombramiento, lo que no solamente hizo, sino que le entrego las reliquias de los Magos (343).

Las mismas estuvieron en Milán, en la iglesia del santo, construida al efecto, hasta que Federico I Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, durante el saqueo de Milán en el año 1162 las tomó y las entregó al Arzobispo de Colonia, Reinaldo de Dassel. La presencia de las citadas reliquias convirtió a la ciudad germana en lugar de peregrinación y, en su honor y para su acogimiento, se comenzó a levantar en 1248 la catedral de Colonia, cuya construcción se demoró durante más de seis siglos (1880).

El precioso relicario de los Reyes Magos, construido a finales del siglo XII y completado en el siglo XIII, tiene los tres sarcófagos superpuestos y se encuentra elevado detrás del altar mayor de la catedral de Colonia. Los bombardeos aliados en la Segunda Guerra Mundial procuraron respetar la catedral, cuya estructura se mantuvo en su práctica totalidad en medio de una ciudad destruida. Es el monumento más visitado de Alemania.

Recibid un cordial saludo y mis mejores deseos para este año 2021.

                                                                       Fdo.  Pedro José Hernández.

Presidente.

Carta de diciembre de 2020.